Los jóvenes norcoreanos buscan la manera de evitar la censura de las películas y series surcoreanas

(Traducción libre del artículo Young N. Koreans find ways to avoid crackdowns on S. Korean dramas, movies de Lee Chae Un para Daily NK. Aunque se ha intentado conservar el sentido original del texto, algunos fragmentos podrían estar mal traducidos debido a diferencias culturales e idiomáticas. Otros fragmentos se han adaptado para una mejor lectura en formato blog. Traducción sin permiso del autor).

Un reproductor de DVD y mp4 utilizado en Corea del Norte. Fuente: Daily NK

A pesar de las fuertes medidas represivas de las autoridades norcoreanas contra el consumo de contenidos audiovisuales surcoreanos, los jóvenes encuentran diversas formas de seguir viéndolos en las narices del gobierno.

«Los agentes del Grupo Especial de Sinuiju contra la Conducta Antisocialista y No Socialista han estado vigilando de cerca los indicios de reproducción ilegal de vídeos, realizando dos o tres registros diarios en los domicilios de los residentes. Pero los jóvenes utilizan notetels para evitar ser detectados cuando ven medios ilegales», declaró el lunes a Daily NK una fuente de la provincia de Pyongan del Norte, que habló bajo condición de anonimato.

Notetel, abreviatura de «televisión portátil» (en inglés), es un reproductor multimedia portátil de fabricación china muy utilizado en Corea del Norte. Los notetels pueden reproducir una amplia gama de archivos multimedia almacenados en discos compactos (CD), tarjetas SD y unidades flash USB.

Esto ha motivado a los jóvenes a mantener un CD de películas o series legales en el dispositivo mientras ven medios ilegales en una tarjeta SD o una unidad flash USB. Almacenan contenidos ilegales en tarjetas SD o unidades flash USB porque son más pequeñas y fáciles de extraer y ocultar que un CD.

Cuando alguien llama a la puerta, los jóvenes sacan rápidamente la tarjeta SD o la unidad flash USB y reproducen inmediatamente el contenido legal en el CD de la unidad para que parezca que lo estaban viendo todo el tiempo, explicó la fuente.

Este fue el método utilizado por un joven de Sinuiju para engañar a los agentes que le hicieron una visita inesperada el 30 de marzo mientras veía una película surcoreana.

Según la fuente, el joven sacó la memoria USB de su portátil en cuanto oyó que llamaban a su puerta. Tras esconder la memoria, abrió la puerta.

Los agentes comprobaron que el disco presente en el aparato no contenía medios ilegales y, a continuación, abrieron todos los cajones de la casa en busca de dispositivos de almacenamiento que pudieran contener vídeos ilegales. Al no encontrar nada objetable, abandonaron la casa.

«Cuando preguntas quién llama a la puerta, los agentes no se identifican, sólo piden a la gente que abra. Así que ahora la gente tiene la costumbre de esconder cualquier cosa que pueda meterles en problemas si llaman a la puerta. Y eso es exactamente lo que hacía este joven», afirma la fuente.

«Los agentes te registran si encuentran algo sospechoso, pero si no, pasan a la siguiente casa. La gente de aquí [Corea del Norte] lleva sufriendo registros desde su nacimiento, así que son lo bastante listos como para engañar a los agentes. Así es como se salen con la suya por ver series surcoreanas y otros contenidos ilegales», explica la fuente.

Desde que el líder norcoreano Kim Jong Un definió las relaciones intercoreanas en una sesión plenaria del Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea a finales del año pasado como relaciones entre Estados hostiles y beligerantes, ver los medios de comunicación surcoreanos se trata ahora como un delito más grave que en el pasado. Sin embargo, los informes procedentes del interior del país sugieren que las medidas represivas del gobierno no han hecho que los jóvenes norcoreanos sientan menos curiosidad o interés por la cultura surcoreana.

Traducido por David Carruth. Editado por Robert Lauler.

Publicado en español por Sergio Andrés Vargas.

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